Dios se manifiesta en su Organismo



La vista de su salud perfecta ilumina todos los rincones de mi cuerpo. En todas las células de mi cuerpo brilla su luz de salud. Todas ellas están perfectamente sanas, porque su perfección está en ellas.

El ojo que todo lo ve, está tras de mis ojos. Mis ojos son fuertes porque la ve a través de ellos.

SU poder obra a través de mis músculos digestivos. Mi estómago está bien porque sé que SU poder está en él.

En este día hallaré la vitalidad de DIOS en el sol. Bañaré cada día mi cuerpo directamente en la luz del sol, apreciando el poder regenerativo que en sus rayos ultraviolados me envía DIOS.

Reconoceré todo trastorno funcional como el resultado de mis transgresiones a las leyes de la salud, y trataré de desechar el mal hecho, comiendo lo debido frugalmente, ayunando, ha­ciendo un ejercicio moderado y pensando correcta y debidamente. 


Contemplaré la sabiduría en la ignorancia, el gozo en la tristeza, la salud en la enfermedad, porque sé que la perfección de DIOS es la realidad única.


La luz perfecta se halla perfectamente presente en todas las partes de mi cuerpo. Donde quiera que esa luz se manifieste, habrá perfección. Estoy bien, puesto que la perfección está en mí.

Su luz ha estado brillando siempre dentro de mí y a mí alrededor, pero he tenido cerrados los ojos de mi percepción interna, de suerte que no podía percibir su luz transmutadora. Ahora lanzaré la mirada de mi fe a través de la ventana del ojo espiritual y bautizaré mi cuerpo con la luz de la conciencia Crística.


Padre Divino, Tú estás presente en cada átomo, en cada célula, en cada corpúsculo, en cada partícula de nervio, cerebro y tejido. Yo estoy bien porque TU estás en todas partes de mi cuerpo.


Ayúdame, Padre, para que pueda natural, espontánea y fácilmente, formarme el hábito de comer debidamente y no ser victima de la gula, sufriendo así contra mi voluntad.


PARAMHANSA YOGANANDA (1893 - 1952)

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