DECALOGO DEL TRIUNFADOR


1. SERÉ FELIZ: Expulsaré de mi espíritu cualquier pensamiento triste. Me sentiré más animoso y alegre que nunca. No me lamentaré de nada. Agradeceré a Dios la felicidad y la energía que me regala. 
2. TRATARÉ DE AJUSTARME A LA VIDA: Aceptaré el mundo tal como es y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que me desagrade, no me mortificaré, ni me lamentaré, agradeceré a Dios que haya sucedido, porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz. Seré dueño de mis nervios, de mis sentimientos y de mis impulsos. Para triunfar debo tener dominio de mí mismo. No pretenderé dominar a nadie más que a mí mismo. 
3. TRABAJARÉ ALEGREMENTE: Con entusiasmo y con pasión. Haré de mi trabajo un deporte y una diversión. Comprobaré mis triunfos y estudiaré sus causas. No es difícil que me olvide de los fracasos, pero antes meditaré por qué se produjeron. 
4. SERÉ AGRADABLE: No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a una persona, procuraré cambiar la crítica por elogios. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes. Soy capaz de convertir en agradables y sinceras las conversaciones y discusiones desagradables. 
 5. VOY A ELIMINAR DOS PLAGAS, 
LA PRISA Y LA INDECISIÓN: 
Viviré con calma y con paciencia, porque la prisa es el primer enemigo de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me acose. Haré frente a todos los problemas con decisión, valentía y seguridad completa de poder resolverlos todos. 
 6. NO TENDRÉ MIEDO: Actuaré valientemente. El futuro me pertenece. Tengo total confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan honradamente. 
 7. NO ENVIDIARÉ: A los que tienen más dinero, más belleza o más salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con la de quienes se esfuerzan como quisiera hacerlo yo 
8. TRATARÉ DE RESOLVER: Los problemas de hoy. No obstante, sé que el tiempo los resuelve todos. El destino pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar. Si algo se me queda sin hacer, no desesperaré. Lo haré mañana. 
 9. NO PENSARÉ EN EL PASADO: No guardaré rencor a nadie. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa de mis problemas a otras personas. Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con su AMOR. 
10. HARÉ UN BIEN A ALGUIEN: A quién? Buscaré a alguna persona para hacerlo, sin que lo descubra. Seré cortés y generoso. Trataré de pagar el mal con el bien. Al llegar a la noche, comprobaré que Dios me premió con un día de felicidad. 
E intentaré mañana ser mejor que hoy.

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