1. SERÉ FELIZ: Expulsaré de mi espíritu cualquier pensamiento triste.
Me sentiré más animoso y alegre que nunca. No me lamentaré de
nada. Agradeceré a Dios la felicidad y la energía que me regala.
2. TRATARÉ DE AJUSTARME A LA VIDA: Aceptaré el mundo tal
como es y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que me
desagrade, no me mortificaré, ni me lamentaré, agradeceré a Dios
que haya sucedido, porque así se puso a prueba mi voluntad de ser
feliz. Seré dueño de mis nervios, de mis sentimientos y de mis impulsos.
Para triunfar debo tener dominio de mí mismo. No pretenderé
dominar a nadie más que a mí mismo.
3. TRABAJARÉ ALEGREMENTE: Con entusiasmo y con pasión.
Haré de mi trabajo un deporte y una diversión. Comprobaré mis
triunfos y estudiaré sus causas. No es difícil que me olvide de los
fracasos, pero antes meditaré por qué se produjeron.
4. SERÉ AGRADABLE: No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a
una persona, procuraré cambiar la crítica por elogios. Toda persona
tiene sus defectos y sus virtudes. Soy capaz de convertir en agradables
y sinceras las conversaciones y discusiones desagradables.
5. VOY A ELIMINAR DOS PLAGAS,
LA PRISA Y LA INDECISIÓN:
Viviré con calma y con paciencia, porque la prisa es el primer enemigo
de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me acose.
Haré frente a todos los problemas con decisión, valentía y seguridad
completa de poder resolverlos todos.
6. NO TENDRÉ MIEDO: Actuaré valientemente. El futuro me pertenece.
Tengo total confianza en que Dios ayuda a los que luchan y
trabajan honradamente.
7. NO ENVIDIARÉ: A los que tienen más dinero, más belleza o más
salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi
vida con la de quienes se esfuerzan como quisiera hacerlo yo
8. TRATARÉ DE RESOLVER: Los problemas de hoy. No obstante,
sé que el tiempo los resuelve todos. El destino pertenece a los que
luchan. Hoy tendré un programa que realizar. Si algo se me queda
sin hacer, no desesperaré. Lo haré mañana.
9. NO PENSARÉ EN EL PASADO: No guardaré rencor a nadie. Practicaré
la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré
la culpa de mis problemas a otras personas. Hoy comprobaré que
Dios me ama y me premia con su AMOR.
10. HARÉ UN BIEN A ALGUIEN: A quién? Buscaré a alguna persona
para hacerlo, sin que lo descubra. Seré cortés y generoso. Trataré
de pagar el mal con el bien. Al llegar a la noche, comprobaré que
Dios me premió con un día de felicidad.
E intentaré mañana ser
mejor que hoy.
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